COMUNICADO DE ALÉM GUADIANA.
INFORMACIÓN OBTENIDA DE SU BLOG.
Carta abierta a los oliventinos
A pocos escapa la controversia sobre la
“Macrorrepresentación de la guerra de las naranjas” que nuestro ayuntamiento
planea celebrar en Olivenza. No cuestionamos sus buenas intenciones a la hora
de promover eventos que impulsen el turismo, y menos su soberanía para realizar
aquello que considere oportuno. Pero ello no impide la expresión de voces
contrarias a tal idea.
Desde la asociación cultural “Além Guadiana” sentimos el
compromiso de expresar nuestro humilde punto de vista. Respetamos, pero no
compartimos, esta iniciativa. Abordar, aunque sea parcialmente, este episodio
histórico puede reabrir heridas en torno a un viejo contencioso, generando
efectos contrarios a los pretendidos. Es decir, desandar mucho de lo andado en
estos años.
No debería tocarse un asunto tan delicado de modo tan
liviano. Aquello que gira en torno a este episodio, que supuso el paso de
Olivenza a administración española, es objeto de controversia en la esfera de
la historiografía, el derecho o la diplomacia. Ello no implica considerarlo un
tema tabú, pero hay otras maneras de tratarlo, por ejemplo a través de
congresos en los que historiadores y estudiosos lo aborden desde un punto de
vista académico.
Vemos bien promover teatralizaciones históricas, sean
de época española o portuguesa, desde la mayor sensibilidad y rigor. Y,
precisamente, la historia de nuestra tierra está sobrada de episodios
apasionantes y singulares, que pueden ser recreados sin necesidad de tocar un
asunto tan delicado.
La guerra de las naranjas, con el consiguiente Tratado
de Badajoz y sus consecuencias directas, supusieron un trauma afectivo,
económico y cultural para los oliventinos de entonces, antepasados nuestros. Y
aquí se encuentra la principal paradoja, pues encontramos contradictorio que
seamos nosotros, oliventinos, quienes nos sumemos a rememorar un hecho que
supuso tanto sufrimiento.
Hay mucho de bueno en este debate repentinamente
surgido; un debate que no debe plantearse desde la confrontación, sino de
manera constructiva. No desde la coyuntura de lo anecdótico, sino desde la
profundidad de lo importante. Lo que debe plantearse no es sólo el mayor o
menor acierto de una teatralización concreta, sino el propio modelo de Olivenza
que los oliventinos queremos para nosotros mismos. El debate es histórico y el
momento clave, pues estamos en la encrucijada de decidir regresar a un patrón
incompleto de nuestra identidad o redoblar nuestro esfuerzo hacia un modelo bicultural,
reconciliándonos con nuestra propia historia, que no es mejor ni peor que la de
otros, pero es diferente. Y es nuestra.
Desde Além Guadiana hemos trabajado por nuestra
herencia cultural portuguesa, ahondando en la labor ya iniciada por tantas personas
e instituciones. Y ello de manera altruista, independiente y apolítica,
ilusionados por un modelo en el que, culturalmente, nos sintamos tan próximos a
Olivenza como a Olivença, haciendo de la expresión “las culturas suman” nuestra
máxima. Tan nuestra es la historia de los oliventinos del siglo XVI enrolados
en galeones rumbo al Brasil como la de los que vieron nacer la Unión Europea en
el siglo XX.
Estamos convencidos de que hay que mirar sin complejos
a Portugal, que no sólo está más allá del Guadiana sino entre nosotros, en
nuestro patrimonio histórico, monumental, cultural y lingüístico. Olivenza es
única en la península, por la singularidad y riqueza de lo que posee. Pero
queda mucho que hacer para fortalecer la parte más débil de nuestra cultura. Es
necesaria la sensibilización de los ciudadanos, el compromiso de nuestras
instituciones.
Pensamos que nuestros representantes institucionales y
el pueblo oliventino comparten buena parte de esta visión. Y deseamos que el
sereno debate conduzca a reafirmar ese modelo bicultural e integrador, que
constituye la mejor herramienta para nuestro desarrollo identitario, cultural y
turístico.
Asociación Cultural “Além Guadiana”. Olivenza. www.alemguadiana.com
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