De casualidad se ha sabido que hace siete años, Julio Anguita renunció por escrito a la paga de pensión máxima vitalicia, a la que tenía derecho como ex parlamentario, argumentando que «con la pensión que le correspondía como maestro tenía bastante». Conocido ahora, en tiempos de crisis económica y cuando la sociedad reclama austeridad a los políticos, el gesto de integridad del que fuera alcalde de Córdoba entre 1979 y 1986 le honra.
«Julio Anguita hace suyo el lema de Ghandi de vivir sencillamente, para que los demás puedan, sencillamente, vivir. No todo es poder y dinero».
Julio Anguita dijo «Prefiero honra sin barcos a barcos sin honra» La integridad y la dignidad no tienen color político.
Ahora veamos la integridad y la honradez de Felipe González y Jose María Aznar.
José María Aznar percibe por parte de Endesa 200.000 euros anuales que se unen al millón que se estima que gana con otras actividades privadas y el de Felipe González por Gas Natural 126.000 euros, aparte de los 80000 euros que perciben como paga vitalicia por parte del Estado.
González anunció, a través de un portavoz, que no renunciará a la asignación vitalicia que le concede el Estado 80.000 euros anuales a pesar de percibir otros ingresos de la empresa privada y subrayó que cumple escrupulosamente la ley al percibir esta pensión en su calidad de antiguo jefe del Ejecutivo.
Aznar ni siquiera se pronuncia al respecto.
Luego dirán que en la política todos los políticos y los partidos son iguales.
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